Boletín Aires de Libertad pasaportes | Plan A | internacionalización
Julián Assange, el fundador de WikiLeaks, estaba marcado. Pero, sin hacer juicios sobre sus actos, su historia muestra la importancia de tener un plan.
Mucho se habla de lo sustancial de tener un Plan B en nuestras vidas. Mi experiencia me dice que, para la mayoría de las personas, esto no aplica: ni siquiera tienen un Plan A. Ni siquiera tienen un plan de vida.
Creo firmemente que, antes de que un joven vaya a la universidad, debería darse un año de "descanso". Agarrar su pasaporte e ir por lo países a donde lo dejen entrar; mientras más diversos, mejor. El dinero no es excusa: se puede viajar a dedo, pedir comida a cambio de trabajo y dormir en alojamientos para backpackers o usando Couchsurfing.
Las enriquecedoras experiencias que obtendría, serían determinantes no solo para entender mejor el mundo sino para posicionar su vida en él de la mejor manera y sacar el mayor provecho de todo ello.
A su regreso, podría entonces formarse un plan de vida, su propio Plan A. Un plan que tendría mucho que ver con la carrera que elija, el país donde hará residencia y hasta la forma en que querrá alimentarse. Un plan que debe contemplar tener una segunda residencia y un segundo pasaporte.
Y esto me trae nuevamente a Assange. Antes de cumplir los 16 años, Julián ya había vivido en una treintena de pueblos y ciudades australianos y hacía sus pininos como hacker. Posteriormente, estudió matemáticas, física y programación en dos universidades de su país. A los 22, Assange ayudó a la Policía de Victoria a perseguir a los responsables de la publicación y distribución de pornografía infantil.
Luego viene la parte más conocida de su historia: la fundación de WikiLeaks y la publicación de escandalosas acciones por parte de gobiernos occidentales. En esos años viajó mucho.
Sin embargo, pese a su gran conocimiento y a conocer el mundo, parece que Julián no tenía un plan B… ni siquiera un plan A. Su caso muestra lo peligroso que es luchar contra un gobierno (en este caso, el de EEUU) pero, ¿acaso no lo sabía?
Su propio gobierno, el de Australia, país en donde nació, declaró públicamente que estaban analizando revocarle el pasaporte. De hecho, admitieron que la única razón por la que no lo habían hecho era porque probablemente sería contraproducente para sus esfuerzos por verle arrestado y entregado a las autoridades.
Hace años, me tocó ver una larga cola de ciudadanos sirios ante un consulado europeo. Cuando me acerqué a satisfacer mi curiosidad, me contaron que estaban tratando de ver una solución a su problema: por un lado, su país les negaba la renovación de sus pasaportes y la expedición de otros nuevos; por el otro, el país europeo donde vivían les exigía un pasaporte válido para proseguir con sus trámites de residencia.
¿Y por qué Siria no renovaba sus pasaportes? Porque eran considerados "opositores" (al gobierno). Estas personas se encontraban en la difícil situación de "no pertenecer", de ser unos apátridas.
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Sin embargo, una chica en la cola acompañando a una amiga de su madre, nos contó que ella no tenía problema, pues su padre, ya fallecido, era italiano y que ella ¡le hizo tramitar su pasaporte italiano cuando tenía 12 años! En la dramática situación de los que estaban en la cola, ella contaba con un salvavidas: un segundo pasaporte.
¿Conoces el futuro? ¿Sabes si en él no tendrás problemas de persecución o de verte obligado a emigrar?
¿Cuáles son tus propias opciones para una segunda ciudadanía?
¿Gozas de una situación en la que eres elegible para un segundo pasaporte? Si la respuesta es negativa, ¿cómo puedes obtener uno?
Regresando a Assange, Ecuador le revocó el asilo que antes le había dado. ¿Y Edward Snowden? Los Estados Unidos le canceló su pasaporte y quedó varado en Rusia, país que lo acogió y le dio asilo.
Si bien la mayoría de nosotros no somos denunciantes internacionales como ellos, hay en sus historias un par de lecciones que podemos aprender y aplicar a nuestras vidas:
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Nunca se sabe cuándo tu propio gobierno esté listo para "venderte". Prepárate con tiempo: hay países donde no existe la extradición.
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Hay una serie de vías para obtener una segunda ciudadanía. Vale la pena revisar las mismas, quizás alguna de ellas funciona a tu favor.
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Y hablando desde el punto de vista de las oportunidades de estudio, negocios e inversión, no le niegues a tus hijos las enormes posibilidades que un segundo pasaporte les puede ofrecer.
Hazte un favor y al terminar de leer esto, revisa tus opciones una vez más.
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¡Un saludo a tu libertad!
Víctor Tapia
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