En solo diez años, de 1985 a 1995, el renminbi chino se apreció un 200 % con respecto al dólar de los EEUU, seguido de un 25 % en los siguientes 10 años.
Entre 1980 y 2010, el crecimiento promedio anual de China fue de un impresionante 10 %, permitiéndole multiplicar por cinco el tamaño de su economía entre 2003 y 2013.
Sin embargo, el verdadero valor del renminbi es difícil de establecer, ya que es una divisa manipulada por el gobierno chino para mantenerla a un valor bajo con respecto a las demás. Varios estudios aparecidos en el transcurso de los últimos años sugieren una subvaluación de entre un 3 y un 50 %, siendo la opinión general de que esta divisa está bastante o substancialmente subvaluada. La idea de mantener al renminbi a niveles bajos de valoración, no es otro que el de facilitar la competitividad china en los mercados internacionales, al hacer su productos más baratos que los de posibles competencias.
No menos importante, China ha comprado y sigue comprando enormes cantidades de oro que podrían apuntalar su moneda, la cual ya es una divisa mundial de reserva y parte de la cesta de monedas que componen los SDR del FMI.
Para diciembre del 2013 ya el renminbi había sobrepasado al euro convirtiéndose en la segunda divisa más usada en el comercio financiero mundial (después del dólar de EEUU), abarcando el 8.66 % de las letras de crédito y cobros. Los principales usuarios de la divisa china en el comercio financiero fueron China, Hong Kong, Singapur, Alemania y Australia. Si se toma en cuenta que sólo un año antes el renminbi tenía un mero 1.89 % de participación en el comercio financiero mundial, el progreso ha sido notable y marca la tendencia que seguirá dicha moneda.
Con la enormidad de su economía, China es un destino de exportaciones que todos anhelan, lo que ha permitido al país asiático ir estableciendo su moneda como la divisa contractual para que los productos o servicios vendidos a ese país tengan mayor atractivo. Además, China ha firmado más de treinta convenios de swaps de divisas con otros países o bloques de países estimulando así el uso de su moneda en el exterior para las inversiones y proyectos de desarrollo. Por último, se han establecido centros financieros offshore para el renminbi: Hong Kong, Singapur, Taipéi, y más recientemente Frankfurt y Londres. En esta última plaza ya se está llevando a cabo el 62 % de los pagos hechos en RMB fuera de China. Algunos otros hubs del renminbi se ubican en Australia, Canadá, Alemania, Macao, Luxemburgo, Malasia, Moscú, París, Suiza y Tokio.
En noviembre del 2012 la Columbia Británica, una de las provincias occidentales del Canadá, emitió bonos para financiar su deuda y lo hizo en… renminbi: RMB 2,500 millones. 42 inversores se pelearon por comprarlos y la demanda por 4 mil millones superó ampliamente a la oferta. Ello fue solo el inicio de una tendencia que no ha parado de crecer.
Muchos consideran a la divisa china como una moneda con potencial ya que estiman que la economía de ese país alcance los USD 120 billones para el 2040 o sea 3 veces la producción de todo el mundo en el 2000. En el 2011, 900 organismos financieros conducían negocios en RMB, hoy vemos que pasan de 15,000, esperándose además que la divisa china salga a la libre convertibilidad dentro de poco. Hasta abril de 2019, la divisa era la 8va más comerciada internacionalmente.
Lamentablemente, los números que China y sus empresas publican no parecen fiables y en varias ocasiones han sido sujetos a críticas y dudas bien sustentadas. Por otro lado, el sistema financiero chino está dominado por los bancos, que a su vez son propiedad del estado chino, y, por tanto, no es suficientemente transparente, como no son suficientemente creíbles sus mercados de bonos y capitales. Por otro lado, las tasas de interés y el mismo tipo de cambio están determinados por razones políticas, centralizadas en el único partido que dirige los destinos chinos desde hace décadas. Y es que, detrás de todo, hay un plan que busca la expansión de la influencia china en el mundo.
Lejanos están los días en que la naciente dinastía Ming se encerró en sí misma y prácticamente abandonó el mar luego de haberlo conquistado. Embarcando 30,000 hombres en cada uno de los viajes de su célebre Flota del Tesoro bajo el mando de Zheng He, el inteligente y osado eunuco, China era la reina del comercio, la política y la diplomacia naval, llegando hasta Mozambique en el África, la India, Indonesia y probablemente Australia. Hoy, China no se encerrará nuevamente. Por el contrario, no se detendrá en su búsqueda de conquistar su lugar en el mundo.
Quienes deseen invertir en el renminbi, deberán usar métodos alternos ya que, siguiendo el plan del gobierno chino, dicha divisa no goza aún de libre convertibilidad. Los Miembros Premium de My CBS pueden obtener valiosa información al respecto.